Discutían, y cuando conseguía enfurecerla, él se ponía a cantar.
-¡Canalla! ¡Que eres un canalla¡- decía ella.
El “Coco” seguía con su cante como si un fuera con él.
Ella cada vez se ponía más y más furiosa.
-Cualquier día me mato- amenazó.
-Anda ya - decía él-
-Pues ya no lo pienso más. Ahora mismo me ahogo en la bañera.
Se encerró en el cuarto de baño. El “Coco” intentaba abrir la puerta y no podía. Desde fuera se oía correr el agua. Cuando hubo pasado un buen rato el “Coco” se alarmó.
Ellos vivían en un piso que hacia esquina en la planta baja del edificio. El cuarto de baño tenía una pequeña ventana que daba a la calle. Estaba un poco alta, pero el “Coco” puso la bicicleta que le servia para ir al trabajo apoyada en la pared, y con la ayuda de una vecina se subió en el sillín, y pudo mirar el interior del cuarto de baño.
La mujer estaba apoyada en la puerta para que no pudieran abrir, la bañera llena, el grifo abierto y el agua yéndose por el rebosadero.
-¿Así te quieres tú suicidar?- dijo el “Coco”, y añadió - Ahogarte no te vas a ahogar… pero te vas a morir del susto, cuando venga la factura del agua!
3 comentarios:
Me he leído todos los relatos. Me han encantado. Enhorabuena a don Luis por ese buen humor y por reflejarlo en sus escritos.
Anda, Juan, ya sabemos de donde viene tu salero y tu afición por escribir.
Un abrazo a ambos dos.
Cuando estaba en la facultad y algunos formamos parte del movimento antipsiquiátrico, que no llegó a buen puerto (como puedes ver, casas de acogida, enfermos en las calles) como sí sucedió en Italia con Basaglia, al menos en Regio Emilia, y al menos un tiempo, nos preguntamos que sería de aquel intento de reforma y qué ocurriría el día que la sociedad llegase a un nivel de tolerancia cero.
Enhorabuena
"Ahú"Luís ¡que ruina!...Sobre todo si la compañía del agua se llama APENSA. Jajajajaj.
Enhorabuena. No deje de escribir. Nos hacen falta escritores como usted.
Saludos
Ana Marín
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